Un curso de escritura
He
tenido la alegría de que mis hijas y un grupo de amigos me regalasen un curso
de escritura de SARK* para mi cumpleaños. No es un curso al uso, es decir
aprender a organizar las ideas, mejorar tu redacción o asimilar el uso del
difícil punto y coma, el que no se escondió, se embroma.
No,
este curso consiste en ir poco a poco despejando la cabeza para poder conectar
con la musa, que es quien nos dicta lo que escribimos.
Hace años tuve la fortuna de sentir esa maravillosa sensación de escribir sin ningún esfuerzo, como si uno fuese canalizando información que no sale de su cabeza, sino que entra por algún lado y pasa a través de los dedos para escribirse automáticamente. Fue genial y escribí un libro. No sé cuándo ni cómo desapareció mi musa, pero tras su pérdida pasé años batallando, intentando escribir cuando cada página resultaba un esfuerzo. Y, al comenzar este curso, de repente empecé a escribir el blog. Muchas gracias, hijas y amigos por ayudarme y darme esta oportunidad.
Hace años tuve la fortuna de sentir esa maravillosa sensación de escribir sin ningún esfuerzo, como si uno fuese canalizando información que no sale de su cabeza, sino que entra por algún lado y pasa a través de los dedos para escribirse automáticamente. Fue genial y escribí un libro. No sé cuándo ni cómo desapareció mi musa, pero tras su pérdida pasé años batallando, intentando escribir cuando cada página resultaba un esfuerzo. Y, al comenzar este curso, de repente empecé a escribir el blog. Muchas gracias, hijas y amigos por ayudarme y darme esta oportunidad.